Una de las
mayores preocupaciones que tienen hoy en día las mujeres
creyentes solteras es: ¿Con quién me casaré y cuándo?..., seguida a su frase muy común del: ¡ya se me pasan los años! ¡como sea tengo que casarme antes de los ".." años!
Esta desesperación y preocupación está logrando que muchas mujeres solteras busquen en sus fuerzas
humanas a su compañero, tal y como lo hacen las mujeres sin Cristo, algunas tratan de ser halladas por medio de muchos enamorados y ver así quien es el elegido, o uniéndose a un impío lo cual tampoco es bíblico.
Existen también solteras "cristianas" que usan " la forma exterior" vistiéndose muy atractivas, sensuales y provocadoras, engañándose a sí mismas; porque la seducción solo atrapa hombres "externos". Otras han entrado a la moda "del enamoramiento virtual" corriendo el riesgo de conocer a personas irreales, con caracteres irreales lejos de ser verdaderos piadosos; porque el hecho que citen algunas referencias bíblicas o
frases de ciertos predicadores célebres no es un fruto de que sean creyentes genuinos. Porque ningún hombre creyente que espera el favor de Dios y le ora,
por su idónea buscara una mujer virtual o conocida de apariencias
externas conformada a la imagen del mundo, él tendrá discernimiento, será
guiado por su Dios. De igual manera lo será aquella doncella que espera en el Señor,
y vive para Dios, el Señor la librara del hombre engañador y encantador.
Hoy pareciera que el dizque "amor" entra por los ojos, y ya
no son unidos y hallados de acuerdo a la voluntad de Dios y en base al amor de
Dios, unidos en el amor eterno que enfrenta lo malo y lo bueno, y donde ambos reflejen a Jesucristo.
El diablo y su corazón, les ha hecho creer que es así de fácil el unirse en
matrimonio, el ser una mujer virtuosa, piensan que es algo simple, olvidando que
todo creyente sea hombre o mujer está llamado a vivir y a guardarse en santidad
desde el interior y exterior, sea soltero o casado y no hablo de legalismo, de cierto
tipo de normas y reglas, sino del pudor y decoro, de la sabiduría,
del temor, de la prudencia, de la sensatez, de la voluntad de Dios, de
todo lo que la Biblia instruye, de reflejar la belleza de Cristo y esta debe
ser mostrada en todo tiempo, sin engaño, sin hipocresía sin
fingimiento.
La mujer de Proverbios 31, es una viva representación de virtudes, de piedad
que se muestran en el carácter de alguien que ha sido temerosa de
Dios y su Palabra desde antes de estar casada. Pues aquellas que son buenas
esposas, han tenido que ser sumisas y obedientes al Señor desde
su soltería, salvo algunas que ya casadas hemos sido salvadas y en el camino
hemos aprendido como ser una mujer virtuosa.
Pero si cada mujer soltera y doncella
cumpliera su parte, su responsabilidad como dice en:
1 Corintios 7:34. ".La mujer que no está casada y la doncella se
preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como
en espíritu".
Su soltería seria un tiempo de preparación para
convertirse en la mujer virtuosa. De la mujer creyente
dependerá en ser llamada una mujer sabia, o una necia, una
que construye o una que destruye, una que es corona de su marido o
una que es vergüenza de su marido, aquí hay versículos referentes
a ello.
Prov, 12:4,
11:22, 9:13, 18:22, 21:9, 21:19, 31:10-31.
Toda mujer creyente debería ser una mujer llena de virtudes, no
perfecta, pero si una que se esfuerza por agradar a Dios y como consecuencia lo
sería también para su marido.
Recuerda que la mujer virtual es hallada fácilmente, la virtuosa es hallada en el tiempo del Señor.