13 de noviembre de 2013

En tiempo de aflicciones y de duras pruebas recuerda estas palabras  de nuestro amado Dios:
  "No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia". 
Isa 41:10


 El SEÑOR se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo : Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia.
 Jer 31:3 (oso)

29 de agosto de 2013

"Cristianas Mentirosas"


A diario vemos a personas que tratan de minimizar la culpa de sus mentiras diciendo: ¡Por supuesto que mentí!
¿no lo hacen todos? ¿Cuál es el problema?
Parte del gran problema es que“es pecado” y el hábito de la falsedad, mentira o engaño, como quieras llamarlo, tiene consecuencias fatales como por ejemplo: Destruye la integridad de una persona, también la convierte en una persona de no fiar, y sus palabras con el tiempo llegan a no tener valor alguno, y como fin tendrá un pago por practicar la mentira que es la destrucción eterna de su alma (Ap. 22:15).

Lo más triste es ver que existe un grupo de mujeres que dicen ser “cristianas”, las cuales se encuentran muy cómodas abrazando la mentira día en día; como la mejor amiga de su lengua, como el mejor adorno de sus labios, ya nada atormenta sus conciencias pues están tan complacidas con ella que la llevan como tesoro en su corazón, olvidándose que “Dios aborrece la lengua falsa”.
Una mujer nacida en Cristo se aparta de su antigua forma de vivir y anda en novedad de vida, desecha la mentira y aprende hablar verdad.

“Por eso, no más mentiras; que todos digan la verdad a su prójimo…” Ef. 4:25.
Una mujer creyente no debe ser imitadora del padre u originador de la mentira que es Satanás el diablo (Jn 8:44).

Su mentira, fue transmitida por medio de una serpiente a Eva, y esto resultó finalmente en la muerte para Adán y Eva. Aquella primera mentira nació de un deseo egoísta e incorrecto. Pues el propósito de Satanás era desviar el amor y la obediencia que la primera pareja humana tenían hacia Dios.

Todas las demás mentiras maliciosas que se han pronunciado desde este episodio entonces han sido también la expresión de un deseo egoísta e incorrecto.

Lo vemos a diario cuando se miente para escapar de un castigo merecido, para beneficiarse a expensas de otros, para conseguir o mantener ciertas ventajas, por recompensas materiales, por chismes, alabanza de los hombres, por vivir en apariencias o hipocresía, por evadir algo o alguien, por juramentos o promesas, por exagerar, por cubrir la mentira de otro, por envidia, etc.

No obstante, también, encontramos a diario a

personas que buscan muchas maneras de engañarse a sí mismos sobre la verdadera naturaleza de la mentira, <disfrazando la verdad>, <eludiendo el tema> o <diciendo que es una mentirilla blanca>

Dios nos ordena a no mentir en los diez mandamientos: 

“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16).
Esta es la falta humana más prevaleciente y más fácil de cometer de lo cual debes tener cuidado, debes guardarte de decir mentiras por más simple que estas sean, ten sumo cuidado no te imaginas cuanta destrucción y dolor ha causado a los que han sido víctimas de las mentiras de otros, y estoy segura que si das una mirada a tu vida pasada sin Cristo, veras cuanto mal causaron las mentiras (propias o dichas por otros).

Ahora como creyente debes tener cuidado de cada palabra que salga de tu boca al responder debes acostumbrarte hablar con verdad no prometas algo que no puedas cumplir ni como esposa, ni como madre, amiga, hija, novia, etc. Si eres creyente. “Que tu, si sea “si;” y tú no sea “no”; cualquier otra cosa que se le añada, viene del demonio” (Mat 5:37).

Desecha también la exageración habla tal y como sucedió.
Recuerda que, ninguna persona puede dañar o engañar a otro sin dañarse a sí mismo, pues todos tienen un interés común y mutuo.
Lo que la mentira tiende a hacer es perder el sentido de lo que es real y Dios quiere que tu conciencia sea limpia y clara ante El; y los hombres en cada situación de tu vida.

Es hora de hacer un alto y examinar con qué frecuencia usas la mentira mira si tu hablar cada día contiene verdad, integridad, sinceridad, y pureza.

Debes aprender a aborrecer la mentira de la misma manera que Dios la aborrece.

La manera más pronta que uno puede aprender hablar con verdad es siendo sincera, Ejemplo:

Pide perdón inmediatamente al que le prometiste algo y no pudiste cumplirla (sea niño o adulto, sea incrédulo o creyente).

Cuando exageres di prontamente ¡disculpa estoy contándote mal los hechos! y vuelve a relatar tal como sucedieron los hechos.

Y por favor no tapes ni seas participe de las mentiras de otros; cuando alguien quiera contarte algo y sabes que te va a comprometer no participes en eso.

¡Empieza ahora! así estarás en paz para con Dios y con tu prójimo.

Que todos te conozcan como ejemplo de mujer cristiana; pero si usas la mentira diariamente como lo hacen las mujeres incrédulas,

¿Quién podrá confiar en ti? y lo primero que se pondrá en juicio será tu fe y ¡eso es muy penoso!
No cedas más a este mal hábito, ni lo pases mas por alto, ya que es propio de los hijos del diablo, mortifica este pecado con la ayuda del Espíritu Santo, crece en santidad; si estas en la luz debes aprender hablar verdad con tu prójimo.
Pide a Dios por la fe en Jesús que te ayude a seguir la verdad, la justicia, y obediencia a Él.

Porque de la misma manera que Jesucristo es completamente verdadero y confiable tanto en Su persona y en Su enseñanza.

Dios quiere que seas confiable en tu persona para tengas que compartir las Buenas Nuevas no sea rechazado por tu mal testimonio.

Así serás imitadora de todas las perfecciones de su Hijo.

Por ello, aquel que tiene comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo, debe exclamar de corazón:

«Aborrezco y desprecio la mentira, pero amo tu ley» (Sal. 119:163).

20 de junio de 2013

¡No a los Celos!

Para entender mejor este tema acerca de los celos debemos comenzar primeramente a conocer sobre :

*"El celo de Dios":
Este término se refiere directamente a uno de los atributos divinos de justicia y santidad.
DIOS es celoso. Cuando se usa la expresión “Jehová tu Dios, es Dios celoso” (Éxodo 34:14). Es porque, Él es el único objeto de adoración, el Señor exige una plena y exclusiva devoción- no tolera la adoración a los ídolos - ni a ninguna otra cosa o persona.

El celo de Dios por su pueblo es un reclamo de fidelidad exclusiva sostenida en su santidad,

¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Santiago 4:5

Este celo no se debe confundir con envidia, ya que en ningún pasaje de todo el Antiguo Testamento se dice que Dios siente envidia.

Vemos también a Jesús sentir celo santo por la casa de Dios y la defensa del honor que a Él le correspondía, Juan 2:17; «El celo de tu casa me consume»,
*El celo del creyente hacia las cosas de Dios: Tiene que ver con la promoción de Dios y de su gloria por encima de cualquier sustituto, algunos ejemplos:

-Elías pensó que era el único siervo fiel que quedaba en Israel: «He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los Ejércitos, porque los hijos de Israel han abandonado tu pacto» 1 Reyes 19:10.

-La preocupación profunda de Pablo por los Corintios le llevo a sentir celo santo por la pureza espiritual de los creyentes: «os celo con celo de Dios» 2 Corintios 11:2.

*El celo dentro del matrimonio de creyentes:
En Gálatas 5:19, 20, 21. Nos dice: Que las obras de la carne son manifiestas, las cuales son: inmoralidad, impureza......, pleitos, celos....., los cuales os advierto, como ya lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios.

Si eres cristiana nacida de Dios debes tener presente que eres dirigida por el Espíritu, y como hija de Dios, has sido capacitada para vencer el poder del pecado, y caminar por la senda de los mandamientos de Dios, desechado las obras de la carne.
La practica de los celos no sólo es dañino para uno misma, también afecta nuestra relación con los que amamos, y lo peor es que tiene consecuencias eternas "nos priva del reino de Dios".

Fíjate que en este versículo no se nos da pie a los creyentes a tener una gota de celo siquiera (a no ser por las cosas de Dios). Fuera de esto, más bien estamos llamados a “desecharlo”, pero algunas mujeres creyentes de hoy, han tomado los celos como algo muy natural, como parte del amor o afecto que se tiene hacia alguien especial, llegando a tener una personalidad obsesiva, perturbadora, dominante, impulsiva, desconfiada y controladora, etc. Ignorando que es pecado y que solo una sola gota de celo en nuestros pensamientos entrara en ebullición y causara daño no solamente a uno misma; sino a quienes le rodean.

Los celos son considerados bíblicamente como algo propio de un mundano algo muy grave y peligroso.

En Gal 5:22 nos dice: " Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio..."

El apóstol nota principalmente el fruto del Espíritu, lleno de virtudes que debemos esforzarnos por que estén presentes en nuestra persona ya que nos hará cristianas agradables, amorosas, felices, piadosas con un carácter sobrio y modesto.

En la descripción de las obras de la carne y del fruto del Espíritu nos dice qué actitudes debemos evitar y resistir - y qué debemos desear y cultivar, y este debe ser el afán sincero de todos los cristianos reales.
En Romanos 6: 12 nos dice que: "El pecado no reine ahora en sus cuerpos mortales, de modo que le obedezcan".
Cristo nunca reconocerá a los que se rinden a ser siervos del pecado de los celos. Y no basta con que cesemos de hacer el mal sino que debemos aprender a hacer el bien. Debemos dedicarnos con fervor a mortificar las obras del cuerpo y a caminar en la vida nueva buscando llevar ese buen fruto con mayor abundancia, que son, a través de Jesucristo, para la alabanza y la gloria de Dios.

En Santiago 3:15, y 4:1, nos dice que los celos vienen de nuestras propias pasiones las cuales combaten en nuestros miembros, en nuestras facultades personales, estos celos comienzan con una guerra interior, entra un mal pensamiento y esto se desata en un caos interior de desconfianza e ira, consumándolo exteriormente llegando muchas veces a los pleitos, discusiones, y maltrato físico y verbal. 

Nosotras estamos llamadas a mortificar estos deseos con sus demandas y no responder a estas cosas. Pues esto es una actitud mundana. Debemos tener una conciencia viva, transparente, y clara saber que los deseos de la carne son un peligro, no debemos tener ningún punto de celo en nuestra mente, debemos luchar y batallar contra ellos, desechar esa perturbación.

Y si alguna mujer creyente tuviera pruebas de la

infidelidad de su esposo deberá hacer su reclamo claramente, no bajo sospechas de su mente e imaginación, los celos no deben controlar su persona, no debe tener un lugar importante de su atención. Si Deja entrar este tipo de tentación servirá para que su carne y el diablo produzcan oportunidades devastadoras en su hogar.

Estas cosas no deben prevalecer como lo hacíamos antes de la conversión. Si tú eres una nueva criatura tu nueva naturaleza debe prevalecer.

Si dejas que esto te domine estarás en rebeldía, y si es algo normal para ti, dentro de tu matrimonio no tendrás tranquilidad, ni amaras plenamente a tu esposo, iras apagando el amor y serás como una mujer que carcome los huesos de su marido, por el contrario debes ser sabia prudente con dominio, y no la mujer necia que derriba su casa.

En el noviazgo si ya existe discusiones a causa de los celos, ¿Qué te hace creer que actuaras distinta de casada?, pon fin a esto de una vez.

En las relaciones familiares los celos hacia los hijos, hermanos, primas, etc. Traerá de igual manera destrucción, infelicidad, rivalidad, resentimiento, enojo, discordia, odio, etc.
Con hermanas en Cristo, estamos llamados a tener amor unos a otros, a servirnos los unos a los otros, a considerar de mayor estima al otro, a la unidad, armonía - a no ser un obstáculo; sino ser de bendición. A no tener celos por las funciones o bendiciones que cierto hermano recibe del Señor.

También hay una severa advertencia en cuanto a sentir celos o envidia de los pecadores, que prosperan y son fuertes: «No envidies al hombre violento, ni escojas ninguno de sus caminos» Prov 3:31, Salmo 37:1.

Si el celo entra en tu corazón se roba tu paz, gozo, amor, todo el fruto que el Espíritu Santo produce en cada creyente. Harán que tu vida de oración, tus devocionales sean fríos, y metódicos, sin la presencia de Dios. Examínate y date cuenta de la gravedad de este pecado, quizás por costumbre e ignorancia has estado ligada a ello, pero es hora de tener una conciencia limpia ante Dios.

Si has permitido los celos y estas siendo estimulada por ello, debes orar a Dios no sutilmente con una palabra de “lo siento peque”, “perdóname Dios”; sino un ruego de que necesitas de Su gracia, y una nueva conciencia, de que seas enderezada por la gracia de Dios. No descuides el vivir en el Espíritu, ve la gravedad de este pecado y la ofensa grave que cometiste ante Dios, busca el ser animada por la Palabra, reúnete bajo los medios de gracia. Como cristianas no debemos seguir pensando y reaccionando constantemente como mundanos ¡eso no puede seguir así!, guarda tu corazón se consciente que aún tenemos esta guerra, mortifica la vieja naturaleza, ¡hay victoria en Cristo para el creyente!

Entonces en su acepción más positiva el término celo significa «estar lleno de celo de justicia» Como ya hemos expuesto antes celo es un atributo de Dios, también solo es permitido en defensa de las cosas santas de nuestro Dios. En lo demás no hay que practicarlo, sino hay que desecharlo.

30 de abril de 2013

Mujer virtuosa Vs Mujer virtual

Una de las mayores preocupaciones que tienen hoy en día las mujeres creyentes solteras es: ¿Con quién me casaré y cuándo?..., seguida a su frase muy común del: ¡ya se me pasan los años!  ¡como sea tengo que casarme antes de los ".." años!

Esta desesperación y preocupación está logrando que muchas mujeres solteras busquen en sus fuerzas humanas a su compañero, tal y como lo hacen las mujeres sin Cristo, algunas tratan de ser halladas por medio de muchos enamorados y ver así quien es el elegido, o uniéndose a un impío lo cual tampoco es bíblico.
Existen también solteras "cristianas" que usan " la forma exterior" vistiéndose muy atractivas, sensuales y provocadoras, engañándose a sí mismas; porque la seducción solo atrapa hombres "externos". Otras han entrado a la moda "del enamoramiento virtual" corriendo el riesgo de conocer a personas irreales, con caracteres irreales lejos de ser verdaderos piadosos; porque el hecho que citen algunas referencias bíblicas o frases de ciertos predicadores célebres no es un fruto de que sean creyentes genuinos. Porque ningún hombre creyente que espera el favor de Dios y le ora, por su idónea buscara una mujer virtual o conocida de apariencias externas conformada a la imagen del mundo, él tendrá discernimiento, será guiado por su Dios. De igual manera lo será aquella doncella que espera en el Señor, y vive para Dios, el Señor la librara del hombre engañador y encantador.

 Hoy pareciera que el dizque "amor" entra por los ojos, y ya no son unidos y hallados de acuerdo a la voluntad de Dios y en base al amor de Dios, unidos en el amor eterno que enfrenta lo malo y lo bueno, y  donde ambos reflejen a Jesucristo. 
 El diablo y su corazón, les ha hecho creer que es así de fácil el unirse en matrimonio, el ser una mujer virtuosa, piensan que es algo simple, olvidando que todo creyente sea hombre o mujer está llamado a vivir y a guardarse en santidad desde el interior y exterior, sea soltero o casado y no hablo de legalismo, de cierto tipo de normas y reglas, sino del pudor y decoro, de la sabiduría,  del temor, de la prudencia, de la sensatez, de la voluntad de  Dios, de todo lo que la Biblia instruye, de reflejar la belleza de Cristo y esta debe ser mostrada en todo tiempo, sin engaño, sin hipocresía  sin fingimiento.

 La mujer de Proverbios 31, es una viva representación de virtudes, de piedad que se muestran en el carácter de alguien que ha sido temerosa de Dios y su Palabra desde antes de estar casada. Pues aquellas que son buenas esposas, han tenido que ser sumisas y obedientes al Señor desde su soltería, salvo algunas que ya casadas hemos sido salvadas y en el camino hemos aprendido como ser una mujer virtuosa.

Pero si cada mujer soltera y doncella cumpliera su parte, su responsabilidad como dice en:
 1 Corintios 7:34. ".La mujer que no está casada y la doncella se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu". 
Su soltería seria  un tiempo de preparación para convertirse en la mujer virtuosa.  De la mujer creyente  dependerá en ser llamada una mujer sabia, o una necia, una que construye o una que destruye, una que es corona de su marido o una que es vergüenza de su marido, aquí hay versículos referentes a ello. 
Prov, 12:4, 11:22, 9:13, 18:22, 21:9, 21:19, 31:10-31.
Toda mujer creyente debería ser una mujer llena de virtudes, no perfecta, pero si una que se esfuerza por agradar a Dios y como consecuencia lo sería también para su marido.

Recuerda que la mujer virtual es hallada fácilmente, la virtuosa es hallada en el tiempo del Señor.



25 de abril de 2013

¿Cómo puede, un Cónyuge "No Creyente" ser Santificado por su Esposa Creyente?

1Cor 7:13 “Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone”. 

7:14 “Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos”.

El evangelio penetra en el mundo en una forma que a veces en cierta familia uno de los esposos llega a ser cristiano pero el otro no.
En estos versículos el apóstol Pablo trata sobre aquellas esposas(os) incrédulos que han consentido la fe de sus esposas(o) creyentes sin problemas.

¿Cómo puede, un cónyuge no creyente ser santificado?Respuesta :
“Santificado”, no se refiere a salvación, esta santificación es matrimonial y familiar, no personal o espiritual, Pablo no está diciendo que el cónyuge no creyente haya llegado a ser moralmente santo o regenerado o que tenga una relación personal con Cristo a través de su pareja cristiana, ¡eso no es así! pues si así fuera no sería llamado incrédulo.
Además el ser humano no puede santificar o salvar a otro ser humano. Lo que el apóstol quiere decir es que, al vivir íntimamente con un cónyuge cristiano, el incrédulo experimenta la influencia de la santidad, debido al poder de Cristo, su influencia como cristiana es más fuerte que la influencia del no creyente.

En cierta forma el cónyuge no salvo recibe bendiciones temporales a causa que el otro pertenece a Dios.
Un cristiano trae la gracia divina a su matrimonio y esta se derrama sobre el cónyuge, lo cual incluso puede llevarlo a la salvación.

Una mujer creyente no debe separarse del marido no creyente por temor de que el incrédulo le vaya a contaminar.
El incrédulo que acepta vivir con un cristiano en quien mora el Espíritu de Dios, cumple con las obligaciones de la institución de matrimonio. Ambos viven en un ambiente de santificación, porque el hogar es consagrado por la lectura y aplicación de la Palabra de Dios y oración (algunos ejemplos: la mujer creyente enseña a su familia agradecer por los alimentos dados por Dios, en casos de salud, falta de trabajo, o algún problema en particular sea con el esposo e hijos ella será la que los guié a conocer de Dios, por medio de la oración, concejos bíblicos, promesas, etc).


¡Cuánto cuidado debería tener una mujer creyente cuyo esposo es incrédulo! ella debe de llevar una vida practica del Evangelio en obediencia constante, de tal manera que su esposo pueda ser influenciado por las cosas del Señor, pero es triste ver como muchas mujeres por el contrario son más influenciadas por las demandas del mundo que se opone a las cosas de Cristo, ella debe esforzarse en trabajar su carácter, irradiar piedad en toda las áreas de su vida, para su buen testimonio, y el Señor ciertamente hará lo suyo.

Un ejemplo en que el esposo o esposa creyente santifica al cónyuge incrédulo es así:
Como el templo santificaba el oro que estaba allí, o así como el altar santificaba la ofrenda que se ponía sobre él. Tampoco el objeto no es santo por sí mismo, sino que lo es por asociación. De igual forma sucede en el matrimonio mixto.

“Calvino escribe, «porque la piedad de uno hace más por ‘santificar’ el matrimonio que lo que la impiedad del otro hace por mancillarlo”.
Pablo también declara que los hijos nacidos en ese hogar, antes o después de la conversión de uno de los cónyuges, son santos:

“De otra manera, vuestros hijos serían inmundos, pero ahora son santos”.
Pablo se refiere en este versículo a los niños criados en un hogar en el que sólo uno de los padres es cristiano. Aunque menciona dos adjetivos (inmundos,y santos) en relación con los niños de matrimonios mixtos, afirma sin lugar a dudas de que son santos, si uno de los cónyuges es cristiano. Esto quiere decir que los niños son consagrados en base a la fe del cónyuge cristiano, y no son declarados inmundos en base a la incredulidad del otro cónyuge. 

¡No es hermoso todo esto, que gracia que Dios ha derramado sobre la mujer creyente!
No hay porque temer, ni sentir temor, Dios va Contigo, deberías agradecerle y pedirle que por medio de Su Santo Espíritu te ayude a manifestar esta gracia en tu hogar. 

En suma, en la familia la fe triunfa sobre la incredulidad. La presencia de un padre creyente expone a los niños a la bendición y les trae protección divina, protegerá a los hijos de daños espirituales indebidos a través de consejos bíblicos, y muchas bendiciones lo cual en muchos casos incluye salvación.

Al igual que Eunice instruyo en las Escrituras a su hijo Timoteo desde pequeño, la madre creyente debe exponer a la luz de la Palabra a sus hijos.

Recuerda:cuando Dios santifica a Su pueblo, los llama a vivir una vida de constante santidad, y como esposa creyente debes ser de influencia para tu esposo e hijos, no deseches esta bendición que el Señor te ha otorgado, cuídala y úsala tal como El te ha ordenado...


15 de marzo de 2013

Dios me Consuela hoy, para mañana Consolarte a Ti.

La misma consolación en tiempos difíciles que recibí de nuestro Dios por medio de Su Palabra, me toca ahora trasmitirla, alentándolas, ya que nadie, ni yo, puedo traer liberación divina a tu tribulación,  solo "Dios"

La enseñanza de cómo debemos depender, hallar consuelo y fortaleza en Dios se encuentra en:

2Co 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, ¨Padre de misericordias y Dios de toda consolación¨,

2Co 1:4 el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.

2Co 1:5 Porque así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia, así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo

El apóstol Pablo, comienza exclamando acción de gracias, alabanza y bendición a Dios, su agradecimiento se concentra no en alguna característica de los lectores que sea digna de ser destacada, sino en el ¨Padre de misericordias y Dios de toda consolación¨, quien había consolado a Pablo en todas sus tribulaciones (incluyendo sufrimientos físicos, peligros, persecuciones, ansiedad y muerte). El invita a cada creyente a creer y hacer uso de esa misericordia y consolación divina en tiempos 

difíciles.

Mi hermana, si estás pasando aflicciones en tu vida se nos exhorta a ir directamente al trono de la gracia para obtener misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro en tiempo de necesidad. El Señor es capaz de dar paz a la conciencia turbada y de calmar las pasiones rugientes del alma. Estas bendiciones son dadas por Él como Padre de Su familia redimida. Nuestro Salvador es quien dice:¨No se turbe vuestro corazón¨.

Él es capaz de vendar el corazón roto, de sanar las heridas más dolorosas, y de dar esperanza y gozo en las aflicciones más pesadas. Los favores que Dios nos otorga no son sólo para alegrarnos, sino también para que podamos ser útiles al prójimo.

Él envía consuelos suficientes para sostener a los que simplemente confían en Él y le sirven. Si fuéramos llevadas tan bajo como para desesperar hasta de vivir, aun entonces podemos confiar en Dios para el tiempo venidero.

A veces cae sobre el espíritu de una persona la carga y el misterio de este mundo incomprensible, muchas interrogantes que atraviesan nuestra mente, ante la muerte, enfermedad, escasez, persecuciones, agravios, etc.

En algunas aflicciones se necesitará un proceso y se requerirá mucha fortaleza y voluntad, como por ejemplo la pérdida de un ser querido, amputaciones (de senos, algún órgano, o extremidades).

Pero aun así sea cual sea tu aflicción y no encuentres respuestas tienes que aprender a confiar en Dios, buscar consuelo y quietud en El, y en Su Palabra. Este sufrimiento no está en la resignación o la ceñuda, hosca aceptación de la dificultad, sino en la aceptación soberana de que Dios por algo ha permitido esa tribulación que terminara en victoria. Debemos tener un espíritu que puede, no sólo aceptar el sufrimiento, sino triunfar sobre él.
Y aprender a bendecir y dar gracias a Dios; tal y como lo hacia nuestro hermano Pablo.

El cristiano es un atleta de Dios, cuyos músculos espirituales se fortalecen con la disciplina de la tribulación. 

No permitas que la ansiedad, depresión, el enojo y resentimiento tomen control de tu ser.

Nuestro deber es no sólo ayudarnos unas a otras con oración, sino en el aliento, animo, en la alabanza y en acción de gracias y, por ellas, dar retorno adecuado a los beneficios recibidos. De esta manera, las pruebas y las misericordias terminarán en bien para nosotras y el prójimo.

Debemos entender que consolar, significa - recibir fortaleza, ánimo y esperanza para hacer frente a la presión física que se tiene que soportar en las aflicciones.

Alguien le dijo a uno que estaba sufriendo: "El dolor le pone color a la vida, ¿verdad?» "Sí -respondió el sufriente, pero yo me reservo elegir el color.»

Como la plata sale del fuego más pura, así el cristiano surge más real y fuerte de los días aciagos.

Pero lo más increíble es que no se nos deja hacer frente por nuestras propias fuerzas, ni resistir sin muestras de cobardías a esta prueba, sino que todo esto viene de la ayuda, y la confortación de Dios, por más que pareciera que estas en un desierto sola enfrentando tus aflicciones, Él está contigo, y te ama, aunque tu dolor te haga sentir vacía y solitaria ¨Él está contigo y te ama¨, se valerosa. Si tu cuerpo ha sido tocado es tu fe la que está siendo probada y en esa prueba hay consolación.

Confortación en el Nuevo Testamento siempre quiere decir mucho más que lástima quiere decir valeroso. 

La confortación cristiana es la que infunde valor, y le permite a una persona resistir o asumir lo que sea.

Cualquier sufrimiento nos mide el valor de la fe; porque como dice: el apóstol Pablo (1.5), ¨Que los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia, así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo¨

Y esto debe ser tu consuelo, no existe sufrimiento sin consuelo para los hijos de Dios, cuanto más sufrimos, más somos consolados.

Dios permite que esto suceda para que no confiemos en nosotros mismos sino en Él. Depender de Dios en lugar de depender de la habilidad natural propia es de fundamental importancia para la vida cristiana, pero tal actitud no surge naturalmente, se forma por medio de las aflicciones.

Si te sientes abrumada, permite que Dios te consuele tanto como Él puede. Recuerda que el resultado supremo de todo esto, es afirmar tu fe, depender solo de Dios, es para tu bien y madurez espiritual, de todo esto obtendrás ser una fuente de confortación a tu prójimo.

Cuando llega la adversidad, querida hermana deberías decir lo que dijo Policarpo, el anciano obispo de Esmirna, cuando le estaban atando al patíbulo: "Te doy gracias porque me has juzgado digno de esta hora.»
Cuando un incrédulo pasa problemas  
no le ayudan en nada; en cambio a los hijos de Dios, hay una promesa al terminar la tribulación, de que le ayudara para su bien.

Al igual que en los tiempos de la caballería andante, los caballeros llegaban solicitando alguna tarea especialmente difícil mediante la cual pudieran demostrar su devoción a su dama. De la misma manera ¡sufrir o padecer por Cristo debe ser un privilegio!.
Se nos dice de Jesús:
«Porque, en cuanto Él mismo fue tentado y sufrió, puede ayudar a los que están pasando pruebas» Heb_2:18 ).
Barrie, el creador de Peter Pan, cuenta que su madre perdió un hijito muy querido, y luego nos dice: «Así es como mi madre obtuvo sus ojos tiernos, y por lo que otras madres acudían a ella cuando perdían un hijo.»
Ninguna tribulación o prueba esta fuera del control de nuestro Padre.
Hermana lo que te ha sucedido y la confortación que has recibido te capacite para ser una fuente de confortación para otros en el futuro.

Vale la pena experimentar el sufrimiento y el dolor si esa experiencia nos capacita para ayudar a otros cuando sean combatidos por las tempestades de la vida.
¨Y sabemos que los que ama a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito¨. Rom 8:28


8 de marzo de 2013

¿Cómo instruir a tus hijos en las Escrituras?

Dentro del cristianismo existe tipos de madres creyentes que crían solas a sus hijos, están: las madres solteras, las viudas, y las casadas con maridos incrédulos. Muchas de ellas sea la condición que se encuentren les parece una tarea muy difícil y casi imposible el poder instruir y criar a sus hijos ¨solas¨en los principios bíblicos, muy a menudo las escucho decir:

¡No puedo instruir a mi hijo en las cosas de Dios mi esposo es incrédulo! o 

 ¡estoy sola en esta tarea; trabajo y no queda tiempo!,
¡si mi esposo fuera creyente sería distinto!


Veamos si lo que dices es bíblico e imposible de llevar a cabo y se ajusta a lo que dicen las Escrituras.
Hechos 16:1
Después llego a Derbe y a Listra, y he aquí había allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego.


Y 2 Timoteo 1:5
Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice y estoy seguro que en ti también.

Aquí nos hace mención de una abuela y una madre ambas piadosas, el esposo de Eunice era incrédulo; pero aun así, ella no tuvo impedimento para impartir a su hijo las enseñanzas del AT.
Eunice era judía pero aparentemente su padre no era muy ortodoxo él violó uno de los claros mandamientos de la ley al arreglar el matrimonio de su hija con un pagano ¨griego.¨
Ningún padre judío conocedor de la ley hubiese casado a su hija con un gentil. Por lo que pareciera ser que ni el padre ni el esposo de Eunice eran observadores del judaísmo. Porque cuando Timoteo nació no fue circuncidado, ni instruido por alguno de ellos. Más tarde el apóstol Pablo lo circuncidaría (Hech 16:3). Y como vemos solo se hace referencia a la fe de ellas.


Eunice era creyente del AT entendió bastante bien las Escrituras para prepararse a sí misma y luego a Timoteo. Así que pasado los años tan pronto cuando oyeron el Evangelio a través de Pablo aceptaron inmediatamente a Jesús como Mesías.
Pablo elogio la fe de ella llamándola ¨fe genuina, sin hipocresía¨ al igual que la fe de Loida (2 Ti 1:5).
Esa misma fe es la que regocija a Pablo cuando este alude y alaba la fidelidad de Timoteo, fe que primero habito en su abuela y en su madre. Verdaderamente que Eunice lo había preparado para una vida de provecho para Dios.
Eunice es un estímulo, un ejemplo a seguir para cada madre piadosa que atraviesa la misma situación.

De seguro que Eunice en aquel tiempo también tenía labores que cumplir tanto como esposa y madre pero vemos que ella era un claro ejemplo de una sierva de Dios con su estudio de las Escrituras, con sus oraciones, testimonio de vida, perseverancia, llegaron hacer los factores centrales en el desarrollo espiritual de Timoteo.

Este es un deber que cada madre piadosa debería cumplir y animarse al ver el éxito de Eunice con Timoteo que resulto tan excelente y útil para el ministerio de la iglesia de Cristo, a pesar de no contar con la ayuda de un esposo creyente.

Madre creyente debes bendecir
 e impregnar desde temprano las vidas de tus hijos con las enseñanzas con las bondades de Dios, cualquier madre cristiana que dice amar y ser seguidora de Cristo debe impartir este valioso mensaje de vida con el uso de las Escrituras, sé un ejemplo a seguir y nutre la vida espiritual de tus hijos, así no cuentes con la ayuda de un esposo, programa un tiempo para realizar devocionales con ellos.

Quizá no tengas una educación religiosa formal, ni cuentes con el estímulo de algún familiar como lo tuvo Eunice de parte de Loida. Pero Dios te ha dotado de una fe valiosa, de sabiduría,de una gracia especial y un tesoro precioso (Su Palabra) que debe ser la luz para tu vida, la de tus hijos y de quienes te rodean.

No desmayes persiste, haz tu parte empieza y anda como anduvieron estas mujeres piadosas, que tu fe sea alabada, y Dios quiera en su debido tiempo bendecir la vida de los tuyos con las bondades de Su salvación.

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24 de febrero de 2013

Mi Esposo no es Cristiano, ¿qué hago?

“Así mismo vosotras mujeres estad sujetas a vuestros maridos, de modo, que si alguno de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra por la conducta de sus mujeres”. 1 Pedro 3:1 al 6.

En el tiempo del apóstol Pedro, existían matrimonios mixtos, conformados por esposas cristianas y esposos incrédulos, o viceversa; esto muchas veces ocasionaba tensión en el hogar, pero aun así ellas debían saber comportarse, y ganarlos para Cristo.



El apóstol Pedro les dice a las esposas cristianas con maridos incrédulos que la predica más poderosa de una esposa cristiana, no son solo palabras; sino una vida diaria tan bella como la de “Cristo”, llena de un espíritu de amor guiada por la Palabra de Dios. El propósito de todas las acciones que ella realice será el de ver a su esposo convertirse en cristiano. La sumisión en amor y gracia por parte de la esposa hacia su esposo no salvo es la herramienta evangelizadora más eficaz que ella posee. Esta sujeción va acompañada de modestia, mansedumbre y respeto. También él debe ver a primera vista la “conducta casta de su esposa”: que es pureza de vida, vivir sin mancha ni defecto moral, y “respetuosa”: que es reverencia a Dios, esto es lo que el esposo no salvo debe observar en todo tiempo.

Por otra parte, la mujer cristiana debe tener un “espíritu apacible”. Una mujer con un espíritu suave y apacible nunca debe ser subestimada, ya que la suavidad no debe ser confundida con la debilidad, ni es la serenidad sinónimo de la estolidez.




Las mujeres más efectivas en lo suyo son las que poseen las cualidades interiores de suavidad y serenidad. En razón de estas cualidades, las mujeres cristianas encuentran favor ante los ojos de Dios. Para esto ella tendrá que poner mayor preocupación en pasar más tiempo desarrollando su carácter interior a través del estudio y aplicación de la Palabra junto a una vida de oración, en vez de poner más esfuerzo en lo exterior para verse bien.

El arreglo verdadero debería estar en las cosas permanentes no transitorias; tales como joyas, ropa o maquillaje o ciertas cosas. No es malo el arreglarse o el uso de joyas pero debemos hacer mayor énfasis en el desarrollo del carácter interior, y no descuidar el carácter espiritual en la semejanza a Cristo.
La belleza que nunca se marchita como sucede con el cuerpo físico es un espíritu afable y apacible. Ella debe mostrar actitudes que no demanden derechos personales actitudes que no sean duras, irritantes o dominantes sino actitudes que suavicen y tranquilicen.

Estos métodos han sido probados por mujeres espirituales de generaciones previas, y han demostrado que dan honor a Dios y son efectivos. Tal es el ejemplo de Sara y de muchas mujeres santas. Pedro no indica que eran perfectas; se refiere a su relación con Dios, porque por sus espíritus suaves y apacibles ellas fueron preciosas ante Dios. 

La esposa discreta elegirá persuadir a su marido a compartir con ella las cosas que conducen a la dicha; pero si él se niega y no quiere nada referente a las cosas de Dios, ella debe seguir procurando la virtud, obedeciéndole en todo, menos cuando él la quiere llevarla a pecar y desobedecer a la Palabra de Dios, o al daño físico.
Las mujeres cristianas deben poner su confianza en Dios y así enfrentar el temor y el desastre con seguridad y calma, para cuando los esposos incrédulos quieran maltratarlas, Dios mismo las protegerá del daño y del peligro. Una esposa debe orar a favor de él, ya que el Padre, «conoce vuestra condición»
Nuestras actitudes hacia nuestro cónyuge son determinadas por nuestras actitudes hacia Dios. La mujer debe buscar de todas las maneras posibles ser una buena esposa, tomando como ejemplo a Cristo, quien obedeció a su Padre y confió en él, aun cuando su propio pueblo lo rechazó (Juan_1:11).

21 de febrero de 2013

¿Cuando, una Mujer no debe ser Sumisa?...

Ya hemos mencionado que ser una esposa sumisa no es ser menos ya que tanto el esposo y la esposa son iguales ante Dios(pero si diferentes en funciones y responsabilidades), tampoco es ser una mujer esclava, o alguien sin libertad de expresión.
 Cuando
¿Cómo debe ser la sumisión de una esposa hacia su esposo?
Esta debe ser de forma voluntaria y amorosa, debe ser con esa misma humildad, y sumisión que ella tiene al obedecer y amar a Dios. Porque es el  Espíritu Santo quien la ayuda y capacita para vivir una vida de sumisión tanto a Dios como al esposo.

Si echamos un vistazo a todas las organizaciones desde las más grandes compañías a la más pequeñas; todas tienen una autoridad suprema y nadie trata a sus superiores con falta de respeto y desconsideración por el puesto que lidera y ocupa, muy al contrario todos trabajan en función de un bien respetando sus funciones correspondientes y cuando esto no sucede así, bien sera despedido o causara daño a la empresa donde trabaja.
La sumisión que Dios nos pide que poseamos no esta ejemplificada en las novelas, historias de amor, pensamientos feministas, la encontraremos en el claro ejemplo de sumisión de Cristo, quien se sometió al Padre sin reproches y sin objeciones.

Las Escrituras también dejan establecido un orden en el matrimonio el marido tiene autoridad sobre la mujer, así como Cristo tiene autoridad sobre la iglesia y en un matrimonio bueno y piadoso ambos deben estar sometidos unos a otros por amor a Cristo todo el tiempo a no ser por aquello que va en contra de los principios ordenados por Dios, porque un marido piadoso que teme y honra a Dios, siempre cuidara el corazón de su esposa, la guardara de cualquier tipo de pecado que desagrade a Dios.
Efesios 5: 26, 27 Nos dice:
”Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
El deseo del esposo debería ser que su esposa sea conformada a Cristo de manera perfecta, de guardar su vida espiritual, y amarla con ese amor que purifica, que no ofende ni agravia, de no hacerlo así será hallado responsable ante Dios por su desobediencia.
Nombraremos algunas situaciones en las que una esposa no debe ser sumisa
1. Cuando su marido le prohíbe congregar, adorar a Dios, y leer su Biblia.
2. Cuando él trata de convertirla a una secta  o idólatra.
3. Cuando él quiere que rompa alguno de los mandamientos de Dios.
4. Cuando él le pide que ella se comporte o tenga practicas de una mujer impía en lo (sexual, vestido, arreglo, etc).
5 .Cuando él le ordena hacer trabajos o labores duros que afectan su salud.
6. Cuando él le obliga a ella que sea la que sustente el hogar.
7. A quedarse callada cuando él la maltrata física y verbalmente.

En estos casos, una mujer se negara a obedecer a su marido; y deberá buscar ayuda. Pero quisiera dejar en claro que aunque tu esposo rompa los principios de Dios, tú deberás actuar, hablar y manejar los problemas con sabiduría no darás cabida a ser tomada como una mujer iracunda, agresiva, irrespetuosa, necia, pagando mal por mal, trataras de guardar tu testimonio ante todos los que te rodean.
Como mujer cristiana necesitaras de Dios de Su aliento, paciencia y fortaleza para hacer lo bueno y lo recto, aunque la otra parte actué mal, y así tus oraciones serán escuchadas y respondidas sin impedimento.
Sé que hay hermanas que han entendido mal lo que significa sumisión permitiendo el maltrato físico o verbal de sus esposos. Debes comunicarle a tu pastor si tu esposo fuera creyente y así manejar esto primeramente ante la justicia y reprensión del consejo divino; porque tú no solo eres su esposa sino también su hermana en Cristo y esto necesita ser corregido con una llamada de atención oportuna.
 Se de algunos esposos que maltraban a sus esposas en cierto tiempo con el debido consejo e instrucción a través de las Escrituras han logrado crecer y tener un amor purificador como Cristo hacia sus esposas. Otros, da pena decirlo se llaman cristianos y no cambian su trato hacia sus esposas a pesar de los consejos e instrucciones bíblicas; entonces quizás se deberá tener en cuenta por no creyente al esposo por las evidencias mostradas, 
Mi amada hermana busca el debido consejo y orientación de tu pastor, y si es necesario tendrás que recurrir a las autoridades y tomar las acciones respectivas para salvaguardar tu vida y la de tus hijos, de un hombre tirano y abusador.

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14 de enero de 2013

El Hombre Cabeza de la Mujer

En este presente siglo XIX, los esposos incrédulos viven según el pensamiento humano, se les considera a ambos iguales tanto en capacidades, funciones y responsabilidades. Dicen que es un atentado contra los derechos de la mujer si ella no se desarrolla igual al hombre, consideran una tradición que la mujer solo se encargue del cuidado del hogar, y crianza de los hijos.

Es penoso ver que este pensamiento, también se encuentra hoy, en muchos matrimonios cristianos.
Muchas esposas cristianas quieren gobernar, sustentar, proveer, dirigir sus hogares, participar en igualdad, tal como lo hacen muchas mujeres feministas y modernas; aun sus esposos han aprobado este modelo de matrimonio moderno anti- bíblico, menospreciando lo que el Señor dice en cuanto a los deberes de cada uno de los esposos creyentes.

Más la esposa llena del Espíritu reconocerá el papel de liderazgo que Dios le otorgó al esposo, el mandato no tiene excepciones y se aplica a toda esposa cristiana sin consideración a sus propias capacidades, educación, conocimiento de las Escrituras, madurez espiritual, o cualquier otra cualidad que podría ella tener.

En Efesios 5:23 Nos dice : Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo.
24 Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella,
28 Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29 Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia.

Tengamos claro que estos versículos no hablan de superioridad del hombre sobre la mujer, de lo que si habla es del liderazgo y funciones que Dios determino para cada esposo; ya que solo así podrán gozar de ese amor y respeto que lo supera todo, y de la bendición y armonía familiar.

Tampoco habla de esclavitud o servidumbre, ya que el Señor se pone como ejemplo, el esposo creyente debe imitar esa autoridad que es en amor; aquí no hay lugar para que un hombre sea un abusador o tirano con su esposa.

Así como Cristo libero a Su iglesia de los peligros del pecado, muerte y del infierno, se despojo así mismo, y dio su propia vida por ella; de igual modo el esposo debe amarla sin egoísmo, proveer, proteger, preservarla, dirigir a su esposa por medio de su sumisión a una vida bendecida.

¿Ahora, qué pasa cuando una mujer cristiana también se convierte en cabeza del hogar? Pues, ella estará en desobediencia y rebeldía pecando así contra Dios, porque está tomando la autoridad y deber, designado por el Señor para el esposo. Por más que ambos estén de acuerdo, ¡es pecado!

No olvidemos que Dios es santo y justo por más amor que nos tenga, El castigara nuestra desobediencia.

Ten por seguro, que problemas habrá de sobra en sus vidas por desobedecer: Tendrás un hogar desorganizado, hijos rebeldes - sin autoridad, hijos criados y educados por otros, riñas, enojo, falta de respeto, tendrás un esposo débil o malhumorado, poco a poco éste se volverá un flojo, tendrá tiempo para interesarse en otras asuntos o mujeres, desinteresado en las cosas que te pueda suceder. He visto como mujeres cristianas tienen que comprarse sus propias medicinas cuando están enfermas, como tienen que atenderse solas cuando están cansadas, y lo que es caótico vivir una frialdad espiritual (la desobediencia trae consecuencias).

Quizás digas
¡pero no nos alcanza el dinero para esto o aquello!, ¿Crees que este deber, el Señor lo puso solo para aquellos esposos que tendrían un buen trabajo?


Jesús ha prometido estar con nosotros cada día, y nos dijo también que mientras tengamos abrigo y sustento tengamos contentamiento. No estoy hablando de conformismo; pero no hay nada más triste que alcanzar prosperidad a tu manera en desobediencia, Dios obrara a tu favor si tú y tu esposo cumplen sus deberes en amor, respeto, y obediencia. 

El es quien bendice todo trabajo, El es quien otorga gracia y favor - para que por su desempeño laboral sea reconocido y prosperado. 

Hubo un tiempo en que también estuve en esta posición pensando que cooperando podía tener más para esto y aquello; pero es mentira es como un hoyo sin salida, no prosperas, te esfuerzas y esfuerzas y todo es improductivo, terminando sin comunión con Dios por el pecado, luego Dios nos hizo ver que no hay seguridad, ni sustento, ni prosperidad en desobediencia.


Una mujer que se va a unir en matrimonio y cuenta con una profesión, debe tener en claro que su función primordial es de ser esposa y madre.

Si llegasen los hijos deberá ocuparse de ellos, no es bíblico que los suegros, padres o empleadas del hogar, cumplan un deber que no les pertenece, de tal forma que esté pendiente de lo que Dios le dio- amar y cuidar de su esposo e hijos, así como de su hogar.

No hay nada más hermoso que ser amada, cuidada, protegida, doblemente (por Cristo desde lo alto y en la tierra por el esposo).

Esfuérzate por ser la esposa piadosa que Dios quiere que seas, ocúpate de tu esposo, hijos, de tu casa. Ambos estudien a la luz de la Palabra en los tiempos libres. Efesios 5:23 al 29. 

Mientras tanto adoren y regocíjense en el amor condescendiente de Cristo.

Los maridos y las esposas aprendan sus deberes recíprocos. Así, se impedirán los peores males y se evitarán muchos efectos penosos.

Si has estado actuando en rebeldía contra Dios y Su Palabra, ven con un corazón arrepentido y haz lo bueno, considera y da el lugar que tu esposo merece, respeta su autoridad como cabeza, se sumisa voluntariamente no por obligación, sino con un corazón amoroso que se agrada en obedecer con alegría a su Dios y Padre.


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