4 de noviembre de 2016

Cómo usas tu lengua?


Muchas no se dan cuenta que por las palabras que suelen hablar serán conocidas. Ya que las palabras pueden poner en evidencia y revelar bien lo necia o lo sabia que uno es, más sobre todo si se trata de una creyente.
En un pasaje Isaías dice que el Ungido de Dios “Sabrá como hablar”, al recibir instrucciones del Señor (Is 50:4). Y como resultado de este tutelaje divino, El, tendrá la habilidad de hablarle al cansado con las palabras apropiadas.
De igual modo, todos los creyentes tenemos la misma ayuda e instrucción de parte del Señor para saber que palabras decir, y gracias a Dios por ello, porque dada a nuestra condición de pecadores estamos expuestos a pecar con nuestra lengua frecuentemente y las Escrituras nos advierten en reiteradas ocasiones sobre el poder y el peligro de nuestras palabras, aquí tenemos algunos ejemplos de lo que nuestra lengua puede hacer:

      .Cortar como una espada(Salm 57:4; 64:3)
       .Ser tan peligrosa y venenosa como una serpiente(Salm 140:3)
      .Traer mentiras con el impacto de un arco(Jer 9:3)
      .Derribar a otras personas como una flecha(Jer 9:8) y;
      .Maldecir y degradar a otros (Oseas 7:16)

Preguntas:

¿Cuál es el impacto que provocan tus palabra en los otros?,
¿Lo que dices es para ayudar o desmoralizar a otros?
¿Tu lengua ha sido de tropiezo o bendición al compartir las Buenas Nuevas de Salvación?

 Meditemos en el uso que le damos a nuestra lengua cada segundo, como creyentes nos corresponde hablar sabiamente…

Ama a Dios y lo demás será añadido..


3 de octubre de 2016

¿Será verdad que, ''Detrás de un buen hombre siempre hay una gran mujer''?

Casi todos hemos escuchado o leído este dicho tan popular: <<Detrás de un buen hombre siempre hay una gran mujer>>
Y no esta lejos de ser cierto. Pues, ¿Sabias que las Escrituras hacen mención sobre esto?, que muchas veces parte de la reputación y posición social de un esposo se debe no solo a su propia reputación, sino también a la reputación de su esposa.

Que a partir de las virtudes o mal carácter que posea ella, influirá en como sea reconocido él ante los demás, así dice en Prov 31:23, <<Su marido es conocido en las puertas; cuando se sienta con los ancianos de la tierra. >>



Si el mundo sabe reconocer que una gran mujer causa efecto en la persona de su marido, cuanto más nosotras a quienes Dios en su Santa Palabra nos dejo instrucciones de como vivir piadosamente, de respetar a nuestros esposos, de tener un buen testimonio de gran valor y honra en un mundo caído.

Dios por medio de las Escrituras nos desafían a vivir sabiamente en todo tiempo, en cualquier circunstancia o suceso diario. Porque, lo que tú eres, lo que tú haces, lo que tú piensas, lo que tú hablas, repercute no solo en tu imagen como seguidora de Cristo, sino también en la de tu esposo ya que son una misma carne.

Dentro del cristianismo existen muy buenos esposos que son dignos de lastima y no de honor debido al mal carácter, mal hablar, mal vestir, mal trato, y mal comportamiento de sus esposas “cristianas”. De ellos se habla mal en todo lugar, en el vecindario, en la familia, en el trabajo, y en la iglesia. 

Y por otro lado, también existen esposas cristianas que excusan su mal carácter y mal trato hacia sus esposos incrédulos, quienes los consideran merecedores de toda condenación publica, por ser toscos y rudos con ellas, diciendo: ¡mi esposo es un mal hombre como voy hablar bien de él, ni se merece que lo trate bien, es muy difícil ser noble y piadosa con un esposo así!

 Les aconsejo bíblicamente a aquellas que pecan actuando así, que deberían cambiar de actitud, y seguir el ejemplo de Abigail (Leer-1Samuel 25:1-38).
Abigail no contaba con un esposo cristiano sino con uno que era impío, conocido por ser malo y ofensivo con todos, pero eso no le impedía a ella el actuar prudentemente y sabiamente – tampoco, ella se convirtió en la copia del mal carácter de su esposo - ella por el contrario en virtud de actuar mal poseía el don y la gracia de convertir los males de su esposo en buenas acciones – los malos tratos y nefastas consecuencias en efectos de paz.
Ella no le solía pagar o tratar conforme a sus actos, lo que él era como persona era evidente ante todos no se podía tapar o poner flores sobre esto. A este hombre sus propios actos de injusticia le condenaban públicamente. 
Pero, Abigail, no contribuía a agrandar la mala reputación o mala fama de su esposo, no abría su boca. Más bien ella en todo tiempo mostraba un comportamiento digno de una mujer sabia. 
Así que si ella sabia respetar y dar honor a su esposo impío, ¿cuánto más respeto y honor no debería tener un esposo creyente, que ama, y se esfuerza a pesar de sus debilidades por ser un hombre santo?

Toda mujer cristiana esta llamada a esforzarse por ser: <<Una mujer virtuosa que sea corona de su marido, no una que lo avergüence como podredumbre en sus huesos>>
Prov 12:4 

¡Cuan feliz es el hombre, cuya mujer es como una corona sobre su cabeza, cuanto regocijo y honor trae una esposa de noble carácter a la vida de un esposo.! 
Toda esposa virtuosa recibirá gran alabanza, sera llamada Bienaventurada por su esposo e hijos, y no hay mejor dicha que esto, ¡verdad!..
Así que aprendamos y vivamos de acuerdo a los afectos de la piedad cristiana y no a la de la carne corrupta como lo hacen muchas mujeres sin Cristo.

29 de septiembre de 2016

Mujer plástica o mujer “MADE IN”

Hay un dicho muy conocido que dice “No hay mujer fea, sino mal arreglada”.

A las mujeres de otros tiempos les bastaba solo unos toques de polvos por aquí y por allá, rímel en las pestañas, labios rojos, un poco de rubor, una imagen pulcra, y una buena personalidad, era lo que definía ser agradable por así decirlo, era una época no tan obsesiva, ni grotesca como lo es hoy en día.

El arreglo natural,y el deseo de no envejecer, fue traspasado por un arreglo demasiado artificial y quirúrgico. Esta era, es llamada la era de la plasticidad o mujeres “MADE IN …” la era de cambiar, quitar esto y poner aquello.

El mundo comercial DE LA MUJER MADE IN, ofrece desde pestañas postizas, ojos de colores, senos falsos, u
ñas falsas, labios rellenos de colágenos, extensiones de cabellos, super maquillajes, cremas milagrosas que atenúan las arrugas o imperfecciones por horas, implantes de siliconas en los senos, liposucciones, botox, etc.

Las alternativas son variadas se innovan y se perfeccionan cada día diferentes tratamientos y métodos de cirugía plásticas, con el fin de que las mujeres tengan un rostro y cuerpo perfecto, así como también el quitarles unos a
ños.

En fin no cabe duda que la insatisfacción y aceptación de muchas mujeres sobre s
í mismas es cada vez mayor, sin importarles los diferentes riesgos e inclusive morir.

Es tal la angustia de las mujeres de cualquier edad por mejorar lo exterior que no sienten vergüenza, que ni se dan tiempo, ni se detienen a observar diariamente de una forma muy minuciosa los defectos de su alma, ni se preocupan de ver la forma que el diablo los ha dejado.

No tienen en cuenta que los defectos físicos del hombre externo son pequeños en comparación a las grandes deformidades del hombre interior, que el invertir más tiempo y dinero tratando de mejorar u ocultar los defectos físicos y que el pasar por alto el suplir para la hermosura sobrenatural del alma es mortal.

De nada sirve la belleza exterior si se tiene la personalidad más perversa.

De igual modo en el cristianismo existen mujeres, que no han aprendido a aceptarse tal y como Dios las creo, carecen de belleza interna, no es pecado usar una crema para el rostro y cuerpo, limpiezas faciales, maquillarse o arreglarse con ciertas joyas, lo que si es pecado y detestable ante los ojos de Dios es llegar a la obsesión de querer modificar alguna parte de su cuerpo por vanidad, por intentar ser más atractiva, competitiva o m
ás joven (solo se puede modificar  debido a una enfermedad o accidente.)

A lo que una mujer cristiana esta llamada es a embellecerse interiormente cada día, a invertir más tiempo en su alma porque lo demás es efímero no suma por así decirlo ante Dios.

 La mujer cristiana no tiene que andar a la vanguardia de la belleza plástica.
 El tratamiento de belleza espiritual para la creyente no cambia es el mismo desde la antigüedad, y el método también – que es vivir en obediencia en el temor Señor, y el único cirujano que debe desear nuestro ser es al Espíritu Santo para que haga la obra en nuestro ser interior, y la única imagen a esculpir en nuestra persona es la de Cristo, que perdurara por siempre y es agradable a los ojos de Dios, no importa si eres de nariz grande, pequeña, orejas grandes, etc.
 Dios no mira la apariencia porque El ya nos conoce físicamente, desde antes que naciéramos, fue El, quien nos entretejió desde el vientre de nuestra madre con los rasgos que debíamos tener, el Señor cuando nos salva desea que nos preocupemos en nuestra imagen interior que es la que tiene valor.
Solo una mujer sin Cristo se preocupa en lo exterior, pero una mujer creyente se preocupa por su alma.
Pro 31:30 <<La hermosura es engañosa, la belleza es una ilusión; ¡sólo merece alabanzas la mujer que obedece a Dios! >>

O Como dijo George Whitefield
<<Hay personas que le tienen más miedo a las arrugas del rostro, que a lo podrido del corazón.>>

24 de agosto de 2016

Consejo de los padres a sus hijos

Leer Proverbios 1:8-19

Hijo(a) presta atención a las palabras de tus padres ya que son palabras de precaución.
Como padres sabemos y conocemos por experiencia que un paso hacia al precipicio, es un paso en dirección hacia la propia destrucción.
No seas el dolor y vergüenza de nuestro corazón; sino la alegría y el bien de tener un hijo sabio que evita ir con gente de malos caminos.
No te consideres muy conocedor y sabelotodo de la vida ante nosotros; porque inseparable a esto es la humillación.
Acuérdate, de tu Dios creador, tenlo presente desde tu juventud.
Ten presente que no es broma, ni mentira las consecuencias que trae la desobediencia. Así como la cruda realidad del estado en que quedaron aquella gente que actuaron como necios y ciegos.
Hijo(a) no te engañes, ni pienses que puedes evitar, hacer trampa o ciertos cambios en la gradas del camino de destrucción, el resultado siempre es el mismo - miseria y muerte.

Hijo(a) presta atención a esto: si tendiéramos una red ante los ojos de un ave para atraparla, esto seria una tarea muy infructuosa, no se dejaría atrapar por nada, sin embargo el hijo insensato(a) es menos perspicaz que el ave, ya que él puede observar como preparan la trampa y de todas maneras, caer en ella. 


Por esta razón, se sensato(a), escucha y presta atención al consejo de tus padres cuando te amonestan con el consejo de Dios, ellos te aman y desean evitarte las penosas consecuencias que trae consigo la desobediencia…

7 de julio de 2016

¡SOS, Mi esposo sufre de mamitis, QUE HAGO!


Vivimos en un país latino americano donde hay algunos hombres cristianos que arrastran aun
el cordón umbilical materno hasta el matrimonio, y eso es pecado.

A toda mujer le resulta odiosa las comparaciones, pero he oído decir esto no solo a esposos sino también a jóvenes solteros ciertas expresiones como: ¡amor tienes que aprender a cocinar como mi mamá, sino tendremos problemas!, ¡tendrás que aprender a atenderme como lo hacia mi madre!, ¡A mi mamá le salía bien este plato a ti no!, ¡mi mamá esto, mi mamá aquello!, y miles de ejemplos más.

No te sientas mal hermana hay un versículo clave que nos ayuda y da tranquilidad que uno no puede ser forzada a arrastrar una imagen paternal o maternal, salvo las virtudes y valores valiosos que nos aportaron, pero nunca se debe forzar a la otra parte a ser la imagen de uno de los dones o talentos de los suegros <<La palabra de Dios dice: y dejaran padre y madre se unirá a su esposa y serán un sola carne. >> y en esto tienes que orar por tu esposo si es cristiano el Señor le hará examinar su mal proceder.

La Palabra de Dios es clara al decir que ambos esposos están unidos entre si. A lo que ambos si están llamados a desarrollar en sus personas es la imagen de su Señor por medio de Su Palabra, ya que esto nos ayuda a ser buenos esposos, buenos padres, buenos prójimos.

Quizás tú, mujer ofendida solo quisieras escuchar una voz de aliento en vez de ofensas, pero ora mi amada hermana para que Dios te conceda gracia en este don, aun en esto Dios es poderoso para desarrollar en ti el arte culinario y puedas gozar junto a tu familia de una agradable comida, ora también para que Dios haga ver a tu esposo que peca ofendiéndote de esa manera insistiendo que seas la imagen culinaria de su madre, y si sigue ofendiéndote tendrás que llevar esto ante tu pastor.



En lo que concuerdo y se que es bueno delante de Dios es que una mujer soltera debe procurar el aprender antes de casarse el hacer ricas comidas, agradables al paladar por mas sencillas que estas sean. Se que algunas hermanas no han tenido la dicha de contar con una madre experta en la elaboración de comidas y han llevado platos desagradables a su mesa trayendo disgustos, no es sabio de parte de una mujer seguir cocinando mal cuando ahora se cuenta con herramientas de todo tipo, hay vídeos, hay artículos, hay miles de libros, y de seguro que debe haber alguna hermana dispuesta en la congregación que podría enseñarte.

Se también que hay mujeres que odian la cocina pero la Palabra de Dios es clara al decir que las mujeres tienen que aprender a cuidar de sus esposos e hijos y sus hogares, y si somos cristianas debemos obedecer y poner amor en cada quehacer de nuestro hogar, es verdad que en algunas cosas somos mas hábiles y talentosas pero aun debemos procurar hacerlo bien en aquellos que no nos gusta, si carecieras de cualquier don pide a Dios que te de gracia en eso.

Y si tu esposo es de los que comen tranquilamente a pesar de estar desagradable lo que cocinaste, te aconsejo que no es bueno abusar del amor que te tiene <es hora de aprender>, y si alguien esta de novia prepárese y desarrolle su don en este y los demás asuntos del hogar, y veras que con la ayuda de la oración lo de mamitis no entra en tu hogar o se va, Dios nos ayude y seamos completas en todo.

7 de marzo de 2016

Una Jovencita obediente o caprichosa

“Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.” Colosenses 3:20

Si una jovencita desea madurar, tiene que aprender primero a ser obediente. Toda su vida será gobernada, no por capricho o placer - sino por derecho y deber. Las primeras lecciones de obediencia las aprenderá en casa. Ella debe darse cuenta de que todas las cosas no son para su conveniencia personal y placer - sino para aprender su parte en el servicio, la moderación y sacrificio - y que en el hogar se puede ser ordenada y feliz obedeciendo.

Que las ordenes, reglas y principios bíblicos que sus padres le den, será para su bien y para ayudarla a construir un buen carácter - aunque algunas de ellas le parezcan duras e innecesarias, y que interfieren con sus deseos y planes - y aunque sienta la tentación de no querer tomarlas en cuenta, y las vea como un obstáculo, y se sienta atada e infeliz al no poder llevar a cabo sus deseos egoístas- la joven se debe dejar enseñar y prestar atención a las órdenes dadas, ya sean razonables o no para ella, porque todo esto será para su propio bienestar.

La obediencia no disminuye con la edad. Tampoco es un simple requisito de la infancia – La jovencita debe aprender que será esclava del deber hasta el fin. Debe aprender a ser obediente desde pequeña, y no seguir los dictados y caprichos de su propia voluntad egoísta, para cuando el deber les llame no se vea presionada por todos lados, encontrando su vida dura y desdichada, pues esto es lo que el Señor quiere que se evite. Y es que la obediencia es tan útil y necesaria hasta los últimos años de vida.

Útil, para la jovencita que no es cristiana, para cuando ella por diversos motivos ya no viva bajo el cuidado de sus padres cristianos – la mejor herencia dada- sea que ella sea respetuosa, disciplina, ordenada, y capaz en cualquier lugar y circunstancia. 



Útil, para la jovencita cristiana, que ha aprendido a ser obediente estando bajo la tutela de sus padres cristianos, para cuando viva sin ellos al encargarse de sus propias responsabilidades y el deber sea más fuerte - ella se encuentre preparada, será exigente y obediente tendrá un corazón feliz y dispuesto al cumplir sus responsabilidades sobre sí misma, en su familia, sus amigos, su iglesia, su comunidad, y para con su Dios.
Para terminar el gran deber de los hijos es obedecer a sus padres. La obediencia comprende la reverencia interna y los actos externos, y en toda época la prosperidad ha acompañado a los que se distinguen por obedecer a sus padres y a los mandatos divinos dados por Dios, esto les permitirá tener una buena conciencia y paz en el corazón satisfacción que nada podrá destruir. Y podrá cruzar sus manos por la noche sabiendo que durante todo el día ha sido obediente y actuado rectamente ante Dios – y será el orgullo y alegría de sus padres, encontrando en la vida una alegría y tranquilidad que nadie más le puede dar.
“El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza de su madre.” Prov 10:1

¡Yo tengo más fe que aquella hermana!

Al igual que yo, de seguro has escuchado cuando llega una hermana nueva a la congregación decir: ¡hay que ponerle pilas a tal hermana para que sea más activa, se la ve muy seria y callada!...y en esto creo que debemos tener mucho cuidado. Ya que existen mujeres cristianas de diversas edades cuya fe brilla siendo pasivas, calladas tranquilas; y otras cuya fe brilla siendo más activas y más servidoras. 

Y es que las diferentes pruebas y experiencias de diferentes grados que atravesamos nos hacen mostrarnos a veces con una fe pasiva en cierto tiempo. Por esto solo nos queda el motivarnos a no descuidar el fuego - la pasión por las cosas de Dios, y no tratar de forzar y crear a una hermana igual a mi persona.

Cada una de nosotras pertenecemos a la familia de Dios. Y todas de acuerdo a nuestra fe, a los dones que se nos otorgó llegamos a dar fruto en su tiempo, para la gloria de Dios.

¿Y dónde es que vemos claramente estas dos clases de mujeres? esto se encuentra en el Evangelio de Lucas 10:38,42. Un breve resumen de la persona de cada una.

María representa a la mujer cuya fe brilla por su pasividad y su confianza, que prefiere estar junto a los pies de Jesús, mujer de pensamientos profundos, que ve lo que otros no ven, ungir al Señor con perfume, y enjuagar los pies de Jesús con sus cabellos preparando así sin saber al Cordero de Dios al inminente sacrificio.
Martha cuya fe brilla y es activa, deseosa de atender y servir mejor a su Maestro. Muchas veces se le ha juzgado a Martha como una mujer que solo es afanosa, pero ella era una mujer íntegra, que amaba ardientemente a Jesús, y Jesús también la amaba, Pero, el servicio de ministrar misericordia y ayuda no lo es todo (y esto es lo que quiso expresar el Señor cuando le dijo que María había escogido la mejor parte)

Ahora vamos a ver cómo estas dos mujeres actúan y reaccionan en medio de la muerte de su hermano Lázaro, invirtiendo así sus papeles y mostrando diferente su fe en Juan 11: 20-28 se nombra nuevamente a Martha y María, ya había pasado un año.

Aquí vemos a María terriblemente afectada por la muerte de su hermano. Aquella que atentamente brillaba, y se deleitaba oyendo la voz de su Salvador la vemos en esta terrible circunstancia desfallecer humanamente, siendo consolada por otros.

Mientras que en esta oportunidad vemos la fe de Marta brillar con más intensidad que la de su hermana, sintió dolor ¡claro que sí! pero actuó con más firmeza.
Sin embargo ambas fueron amadas por nuestro Señor- y cómo podemos apreciar ambas tenían fe y dieron frutos de ello en determinado momento. ¡Y todo para que el nombre de Dios sea glorificado!


Podríamos comparar diciendo que en cierto momento María trabajaba con oro, y Martha con plata. Y en otro momento Martha trabajaba con oro y María con plata. Pero al final la fe de ambas fue perfeccionada según el propósito de Dios.
Es por eso que ninguna hermana debe formar hermanas de acuerdo a su persona, sino por el contrario orar para que ellas lleguen a la imagen de Cristo, y aun orar por uno misma para que sea perfeccionada ya que ese es el propósito de nuestro Dios que todas lleguemos a este perfeccionamiento.

Todas atravesaremos periodos donde actuaremos como María y también actuaremos con más madurez como Martha en Juan.
Quiero dejar bien en claro que ambas hermanas se esforzaban en vivir una vida santa, ese tamaño de fe que tenía cada una al principio no era usado para vivir en pecado. No podemos excusar el pecado en el perfeccionamiento de la fe.

Cada hermana en Cristo esta llamada a dar ánimo y aliento, tal como lo hizo Martha con su hermana diciéndole en secreto: ¡El Señor está aquí te llama, y ella se levantó, corrió a los pies de Jesús!

Algunas se fortalecen con solo leer las Escrituras, otras en la agonía necesitan que una hermana les anime y les lleve otra vez la buena noticia -no de salvación, ¡claro esta!
Pero sí el de hacerle recordar las promesas y la esperanza de vida que aguardamos en nuestro amado Señor.

Amémonos, desechemos la malicia, el mal juicio, las críticas, los chismes, y la envidia. Nunca digas: ¡Yo soy más fuerte, yo tengo más fe que aquella hermana! Déjame decirte que si tienes algo bueno, ni siquiera te pertenece es la gracia de Dios que actúa en ti, por lo tanto no seas arrogante u orgullosa en esto.

No esperes que el Señor te diga: ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Rom 14:4 

La Iglesia de Cristo necesita servidoras de todo tipo, e instrumentos del tipo de Martha así como María. Dejemos que nuestra máxima sentencia sea esto:
"La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo en sinceridad." (Efesios 6:24.)

18 de febrero de 2016

Un mandato a cumplir!


¡Yo tengo más fe que aquella hermana!

Al igual que yo, de seguro has escuchado cuando llega una hermana nueva a la congregación decir: ¡hay que ponerle pilas a tal hermana para que sea más activa, se la ve muy seria y callada!...y en esto creo que debemos tener mucho cuidado. Ya que existen mujeres cristianas de diversas edades cuya fe brilla siendo pasivas, calladas tranquilas; y otras cuya fe brilla siendo más activas y más servidoras. 

Y es que las diferentes pruebas y experiencias de diferentes grados que atravesamos nos hacen mostrarnos a veces con una fe pasiva en cierto tiempo. Por esto solo nos queda el motivarnos a no descuidar el fuego - la pasión por las cosas de Dios, y no tratar de forzar y crear a una hermana igual a mi persona.

Cada una de nosotras pertenecemos a la familia de Dios. Y todas de acuerdo a nuestra fe, a los dones que se nos otorgó llegamos a dar fruto en su tiempo, para la gloria de Dios.

¿Y dónde es que vemos claramente estas dos clases de mujeres? esto se encuentra en el Evangelio de Lucas 10:38, 42. Un breve resumen de la persona de cada una.

María representa a la mujer cuya fe brilla por su pasividad y su confianza, que prefiere estar junto a los pies de Jesús, mujer de pensamientos profundos, que ve lo que otros no ven, ungir al Señor con perfume, y enjuagar los pies de Jesús con sus cabellos preparando así sin saber al Cordero de Dios al inminente sacrificio.
Martha cuya fe brilla y es activa, deseosa de atender y servir mejor a su Maestro. Muchas veces se le ha juzgado a Martha como una mujer que solo es afanosa, pero ella era una mujer íntegra, que amaba ardientemente a Jesús, y Jesús también la amaba, Pero, el servicio de ministrar misericordia y ayuda no lo es todo (y esto es lo que quiso expresar el Señor cuando le dijo que María había escogido la mejor parte)

Ahora vamos a ver cómo estas dos mujeres actúan y reaccionan en medio de la muerte de su hermano Lázaro, invirtiendo así sus papeles y mostrando diferente su fe en Juan 11: 20-28 se nombra nuevamente a Martha y María, ya había pasado un año.

Aquí vemos a María terriblemente afectada por la muerte de su hermano. Aquella que atentamente brillaba, y se deleitaba oyendo la voz de su Salvador la vemos en esta terrible circunstancia desfallecer humanamente, siendo consolada por otros.

Mientras que en esta oportunidad vemos la fe de Marta brillar con más intensidad que la de su hermana, sintió dolor ¡claro que sí! pero actuó con más firmeza.
Sin embargo ambas fueron amadas por nuestro Señor- y cómo podemos apreciar ambas tenían fe y dieron frutos de ello en determinado momento. ¡Y todo para que el nombre de Dios sea glorificado!


Podríamos comparar diciendo que en cierto momento María trabajaba con oro, y Martha con plata. Y en otro momento Martha trabajaba con oro y María con plata. Pero al final la fe de ambas fue perfeccionada según el propósito de Dios.
Es por eso que ninguna hermana debe formar hermanas de acuerdo a su persona, sino por el contrario orar para que ellas lleguen a la imagen de Cristo, y aun orar por uno misma para que sea perfeccionada ya que ese es el propósito de nuestro Dios que todas lleguemos a este perfeccionamiento.

Todas atravesaremos periodos donde actuaremos como María y también actuaremos con más madurez como Martha en Juan.
Quiero dejar bien en claro que ambas hermanas se esforzaban en vivir una vida santa, ese tamaño de fe que tenía cada una al principio no era usado para vivir en pecado. No podemos excusar el pecado en el perfeccionamiento de la fe.

Cada hermana en Cristo esta llamada a dar ánimo y aliento, tal como lo hizo Martha con su hermana diciéndole en secreto: ¡El Señor está aquí te llama, y ella se levantó, corrió a los pies de Jesús!

Algunas se fortalecen con solo leer las Escrituras, otras en la agonía necesitan que una hermana les anime y les lleve otra vez la buena noticia -no de salvación, ¡claro esta!
Pero sí el de hacerle recordar las promesas y la esperanza de vida que aguardamos en nuestro amado Señor.

Amémonos, desechemos la malicia, el mal juicio, las críticas, los chismes, y la envidia. Nunca digas: ¡Yo soy más fuerte, yo tengo más fe que aquella hermana! Déjame decirte que si tienes algo bueno, ni siquiera te pertenece es la gracia de Dios que actúa en ti, por lo tanto no seas arrogante u orgullosa en esto.

No esperes que el Señor te diga: ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. Rom 14:4

La Iglesia de Cristo necesita servidoras de todo tipo, e instrumentos del tipo de Martha así como María. Dejemos que nuestra máxima sentencia sea esto:
"La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo en sinceridad." (Efesios 6:24.)

23 de enero de 2016

¡Mujer, si te enojas no peques!

<<Si se enojan, no permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durarles todo el día. >> Efesios 4:26 BLS
 
¿Sabes cuál es el límite de enojarse sin llegar a pecar? 

Aquí algunos ejemplos de lo que es enojarse sin pecar:

-Cuando surge de un verdadero celo por Dios y de la  religión.
-Cuando no se enciende contra personas; sino por los pecados de ellos, como: el vicio y la inmoralidad de  todo tipo, con la idolatría y el culto idolátrico.

 -Cuando un creyente se disgusta con sus propios pecados.
-Cuando se oponen a la gloria de Dios, y a la promoción de los intereses de Cristo.

-Contra toda falsa doctrina.
-Cuando ves a alguien actuar con injusticia.
-Cuando alguien te quiere hacer quebrantar los principios divinos.



¿Y cuándo enojarse es pecado?

-Cuando algo de lo expuesto arriba causa malos efectos  y excedes a los límites debidos, y no demuestras  dominio propio ante las circunstancias, y para defenderte dices  palabras con: insultos, maldiciones
, burlas, sarcasmo, etc.
 O cuando te defiendes con acciones como: maltratar o dañar  físicamente, tener deseo de venganza, quebrar o tirar cosas, etc.
-Cuando es sin causa, y lo haces por costumbre.

- Cuando por rebeldía no obedeces la Palabra de Dios.
-Cuando te disgusta hacer tus deberes del hogar.
-Cuando te irritas por todo con tu esposo e hijos.
-Cuando reniegas por todo con los de tu alrededor, o  al salir a la calle de los más insignificante te amargas.
-Cuando duermes enojada.
-Cuando acaricias y aumentas tu enojo y fastidio con malos  pensamientos y deseos. 

- Y cuando no perdonas al que te pide perdón.

Toda mujer piadosa debe aprender a controlar la ira para no pecar.
No hay bendición más grande dada por Dios el de poseer un espíritu con dominio propio, y nuestro Dios nos capacito con ello para así vivir una buena vida cristiana. Que las personas del mundo actúen mal se entiende; pero que una mujer creyente viva así es de preocuparse.

No existe dos clases de fuentes de agua <<una de bendición y otra de maldición>>. Porque la religión verdadera no admite contradicciones: ¡cuántos pecados se evitarían si fuéramos siempre coherentes!

El carácter con dominio y el lenguaje piadoso es el producto genuino de un corazón santificado, cuidado de como reaccionas y respondes ante el enojo. Siempre debemos procurar actuar con buen juicio, sobriedad; para no pecar, evitemos contristar al bendito Espíritu Santo.

Sea cual fuere lo que produjo tu enojo se nos dice en la Biblia respecto a esto:<<que no se ponga el sol sobre vuestro enojo>>; hay una alusión al mostrar, que la ira no debe continuar; que no debe durar más de un día; que cuando el calor del día haya terminado, el calor de la ira debe haber sido quitada; para que al dormir sobre nuestras almohadas tengamos un sueño tranquilo y buen descanso en la paz de Dios que da a sus hijas.

No permitas que por la maldad de otro, llegue a formarse odio, desprecio en tu corazón. No permitas que ninguna raíz de amargura crezca en tu ser; además, hay un gran peligro el seguir con la ira hasta la puesta del sol que es el momento de la oración, este puede ser interrumpido en gran medida y obstaculizado por la ira.
¡Y no querrás perderte de esta gran bendición!

Guardar el enojo durante la obscuridad de la noche, es dar lugar al diablo el príncipe de las tinieblas.
“Mejor que los rayos de sol siempre te encuentren pacífica y tranquila en los brazos del Señor.”

El Retrato de una Mujer Virtuosa


6 de enero de 2016

¡Sálvame Señor, que siento morir!

Este mundo es como un océano, y siempre debemos esperar tormentas. Tanto la vida del incrédulo como aquel que tiene a Cristo tienen que enfrentar dificultades mientras vivan, la diferencia es que para nosotras todo esto tiene resultados maravillosos en nuestras almas y lo que es mejor, Cristo va junto a nosotras.

Cada mujer cristiana ha tenido que enfrentar diversas pruebas con sabiduría y la ayuda de Dios, pero quizás aún no ha llegado la hora de experimentar esas pruebas devastadoras y dolorosas como las que vivió Job, una prueba tras otra. 

 ¿Estás preparada espiritualmente para ello? 
Sé que si dependiera de nosotras las evadiríamos ya que nos causa temor de tan solo pensarlo. 
Pero debemos estar preparadas y aceptar humildemente los designios de Dios, ya que las pruebas y tribulaciones acontecen para conocer la debilidad de nuestra fe, porque solo hasta que se colocan en el horno de la prueba y la ansiedad es que se llega a perfeccionar y conocer el valor real de ella. 

Toda mujer cristiana instruida en las Escrituras debe saber que su fe está ligada al padecimiento.

"y es que no solo se nos ha concedido creer en Jesucristo; sino también padecer por El". 
Y en otra cita, nuestro amado Jesús nos dice:
 “que en el mundo tendremos aflicción; pero que confiemos en El…”

Hermana, ora cada día, para cuando llegue el momento en que veas las olas arreciar una tras otra, no te sientas morir y no te falte la fe, y confíes en El sin titubear.
Una de las maneras correctas de dirigirse a Dios cada d
ía es orar con propiedad diciendo:
¡Señor Tu eres mi fuerza, Señor eres mi fortaleza, Señor eres mi roca, Señor eres mi salvación en tiempo de angustia! 
Muy distinto a decir: ¡Señor fortaléceme, Señor dame fuerza!, suena como muy débil ¡verdad!.
El hablar con propiedad te convertirá en una mujer segura, tal y como lo sentía y expresaba el rey David en los Salmos, y tengas que decir aun en la prueba más difícil “mi Dios vive”.
Medita en las Escrituras y haz tuya las promesas de Dios, adquiere sabiduría por medio de la meditación.
“Cuan bienaventurada y feliz es aquella mujer piadosa que ha encontrado por experiencia que su fe puede soportar el fuego, y que puede decir como Job: "He aquí, aunque El me matare, 
en El esperaré..." (Job 13:15.) 
Y esta es la clase de mujer cristiana que nuestro amado y bondadoso Dios desea que seamos, que confiemos plenamente en El, aunque sentimos morir.

Se cuenta la historia de una mujer verdaderamente piadosa, luego de haber enterrado a su hijo sentada sola en medio de la tristeza, consiguió aliviar su corazón con la expresión:
<<Dios vive>>; después de cierto tiempo, tuvo que despedirse de otro hijo, todavía insistió:
<< Los consuelos mueren, pero Dios vive>>.
Al fin de otro tiempo murió su querido esposo,  y se sentó abatida y abrumada por el dolor.
 Ella tenía todavía un niño pequeño, el cual, habiendo observado lo que había dicho antes, para consolarla se le acerco y le dijo:
 ¿Ha muerto Dios, madre? ¿Ha muerto Dios? 
Esto le llego al corazón, y con la bendición de Dios recobro la antigua confianza en su Dios, que es un Dios vivo.
!Oh mujer cristiana!, es necesario que salgáis de vuestro desanimo y dolor, y animéis vuestros espíritus, unas a otras y digas como David o como el relato de esta mujer piadosa
<<Mi Señor vive>> Salmo 18:46( C.H.S)

Nosotras no servimos a ningún Dios inanimado, imaginario o moribundo, sino al Único que tienen inmortalidad, y como leales súbditos de este Rey soberano aceptemos Sus decretos y designios sobre nuestra vida  y exclamemos:

<<Jehová vive, vive el Rey de Reyes>>  

Nosotras tenemos un Salvador en quien confiar y al cual orar en medio de la hora más negra, por eso digámosle "Señor, aumenta nuestra fe", y esta cita debe ser parte de nuestras peticiones diarias. Así las grandes tormentas de la duda y temor en el alma, suelen terminar en una calma maravillosa, creada y dirigida por el Espíritu de adopción.
<<Gracias a Dios por ello, porque mientras abunden las aflicciones, más abundante será Su consuelo para con nosotras>>
¡sálvame Señor , que siento morir! 
 ¿Habrá alguien libre de esto?