"Que cada uno mire
cómo edifica."
1 Corintios 3:10:15
El tesoro terrenal más
preciado que una chica puede tener, es su carácter. Su carácter representara lo
que realmente es.
Si una joven se observara
más allá de lo que ella misma se ve, o de lo que la gente piensa de ella - y examina
su corazón de una manera justa y honesta, juzgándose a sí misma por los estándares del bien y del mal, de lo que su propia conciencia sanciona - entonces ella conocería si posee un buen carácter. Y esto le será de consuelo cuando sea mal entendida
y mal juzgada en determinado momento, porque conoce en lo profundo de su
corazón que actuó correctamente.
El carácter no se nos
regala al nacer – todos tenemos que construirlo. Otros pueden proporcionar el
material, poniendo delante de nosotros normas e ideales correctos, pueden
darnos la reprensión y la corrección, también pueden guiar nuestras acciones y
moldear nuestros pensamientos - pero después de todo, nosotras construimos nuestro propio carácter. ¡Somos
nosotras, nosotras mismas, las que tomamos de la influencia que nos rodea,
copiamos ideales, conseguimos modelos o estándares, y nosotras mismas hacemos
lo que seremos! Y es al inicio de la adolescencia donde se edifica el carácter.
En la infancia y durante al infancia, se recogerá el material que se usará en la edificación.
Hay influencias y enseñanzas del hogar, instrucciones morales e intelectuales recibidos en la escuela, principios religiosos, consejos dados en la iglesia y escuela dominical, los estándares morales de los compañeros de juego de nuestra infancia, los caracteres de los hombres y mujeres que conocemos, y un sin número de otras vías por las cuales la instrucción llega a nosotras – materiales que usaremos y aportaremos en nuestro edificar.
Pero la chica que se ha criado en un hogar cristiano, y por, padres vigilantes y cuidadosos – tienen una mejor oportunidad de formar un buen carácter, que aquella cuya vida ha sido menos vigilada.
En la infancia y durante al infancia, se recogerá el material que se usará en la edificación.
Hay influencias y enseñanzas del hogar, instrucciones morales e intelectuales recibidos en la escuela, principios religiosos, consejos dados en la iglesia y escuela dominical, los estándares morales de los compañeros de juego de nuestra infancia, los caracteres de los hombres y mujeres que conocemos, y un sin número de otras vías por las cuales la instrucción llega a nosotras – materiales que usaremos y aportaremos en nuestro edificar.
Pero la chica que se ha criado en un hogar cristiano, y por, padres vigilantes y cuidadosos – tienen una mejor oportunidad de formar un buen carácter, que aquella cuya vida ha sido menos vigilada.
Cuando se es adolescente todo
el material que se ha reunido edificará su carácter. Aquí el carácter es aún muy
manejable, y los hábitos se forman más fácilmente, y es más fácil quitar lo que no es, que en edad ya avanzada. Día a día la menor, ya sea consciente de lo que
esta haciendo o no, está tomando del material que tiene a su alrededor, y lo insertará
en su carácter.
Así como:
Así como:
Verdad o mentira, La
honestidad o el engaño,
El amor o el odio, La
dignidad o la desvergüenza,
La obediencia o la
rebeldía, Lo bueno o lo malo – día a día edifica su persona y va avanzando.
Y en esto las madres cristianas deben estar al pendiente y ayudar a sus hijas a construir con materiales de valor y estima.
Y en esto las madres cristianas deben estar al pendiente y ayudar a sus hijas a construir con materiales de valor y estima.
A través de la infancia,
hasta la edad juvenil, los padres son responsables de su conducta; pero, cuando
se llega a esos importantes años – las responsabilidades paternales disminuyen,
y la de ella es cada vez mayor.
A veces suele suceder que las hijas que han sido bastantes sumisas y obedientes en su infancia – en esta etapa se independizan y se rebelan, construyendo así su carácter, la cual le pesara a la joven toda su vida.
A veces suele suceder que las hijas que han sido bastantes sumisas y obedientes en su infancia – en esta etapa se independizan y se rebelan, construyendo así su carácter, la cual le pesara a la joven toda su vida.
Otras por el contrario,
cuyos hijos han sido ingobernables, con el tiempo despiertan su sentido de responsabilidad, empiezan a construir su carácter de cosas que son buenas,
rectas, honestas, y nobles.
Pero lo cierto es, que la
joven que ha aprendido a obedecer en su infancia, construye un mejor carácter.
La formación del carácter
es una tarea tan seria… usted de seguro nunca se imagino ver a algunas jovencitas
comportarse tan neciamente.
A veces me he preguntado de: ¡porque a algunos jóvenes, se les da la responsabilidad de colocar las bases de su carácter en sus vidas, justo cuando tienen el corazón despreocupado, y muy emocional con pensamientos pocos razonables!
A veces me he preguntado de: ¡porque a algunos jóvenes, se les da la responsabilidad de colocar las bases de su carácter en sus vidas, justo cuando tienen el corazón despreocupado, y muy emocional con pensamientos pocos razonables!
Si este es un asunto tan importante:
¿No deberíamos como madres cristianas, enseñar a nuestras hijas a tomar y pensar seriamente lo que están haciendo, que ningún material inadecuado o incorrecto se debe colocar en su edificio?
¿Ellas, no pueden darse el lujo, ni debemos permitir de que cultiven su presente con diversiones, y fiestas – y colocar esto en su edificio, acaso no será esto un problema a lo largo de sus vida?
¿No deberíamos como madres cristianas, enseñar a nuestras hijas a tomar y pensar seriamente lo que están haciendo, que ningún material inadecuado o incorrecto se debe colocar en su edificio?
¿Ellas, no pueden darse el lujo, ni debemos permitir de que cultiven su presente con diversiones, y fiestas – y colocar esto en su edificio, acaso no será esto un problema a lo largo de sus vida?
La formación del carácter sucede todos los
días. No hay un día que cuente para bien o para mal. Cada día veremos otra
piedra en el edificio sea: tallada, en orden y verdadera – o toda mal hecha y
torcida.
Si la jovencita ha sabido
resistir las tentaciones y superar los obstáculos, o si de los malos
pensamientos y sentimientos ha resistido; y pensamientos amables y nobles han
sido puestos en su lugar – entonces a continuación, una piedra noble y hermosa
ha sido colocada.
Pero, si cedió a los malos
pensamientos y malos sentimientos se han albergado y cultivado, o, si motivos
equivocados ha permitido, a continuación, una piedra imperfecta y fea ha sido colocada.
Así que conforme avanza
cada día, el constructor utiliza el material a mano, y lo pondrá en su
carácter, que será de toda la vida.
Se necesita un patrón, un
modelo, a seguir cuando se quiere construir algo, de la misma manera que ninguna
modista confeccionaría una prenda sin tener alguna idea de cómo será cuando la
haya terminado o tampoco haría un manto de dama con un patrón de una blusa.
Ella por el contrario usará un modelo correcto para trabajar.
De igual forma un carpintero no empezaría un edificio hasta primero tener un plano, debe tener claro en su mente de cómo será el edificio, él pedirá el modelo correcto y preciso de todas las partes del edificio a construir, para tratar de corregir todo antes de empezar.
De igual forma un carpintero no empezaría un edificio hasta primero tener un plano, debe tener claro en su mente de cómo será el edificio, él pedirá el modelo correcto y preciso de todas las partes del edificio a construir, para tratar de corregir todo antes de empezar.
Así, ningún carácter se
construye bien, si la edificadora a la verdad no tiene en su mente una imagen
de la mujer que quiere ser. Y el modelo para un buen carácter debe ser elegido
con cuidado. Y en esto debemos como madres guiarlas, y llevarlas a un auto-examen. “Ya que lo piensan ser mañana, deben estar construyéndolo hoy.”
Así como el carpintero no
llevará acabo una bonita casa de campo, copiándose del modelo de un granero; así
tampoco podrá una chica construir un buen carácter, si ciertos patrones de ella
son aquellos cuyas vidas no son buenas y verdaderas.
Cada padre debe estar al
pendiente de lo que sus hijos no creyentes están tomando como modelo o ejemplo
en sus personas, nosotros deberíamos ser los primeros ejemplos que ellos deben
tener a la vista. También debemos orar por sus vidas, darles sabios consejos, y la reprensión cuando
sea necesario aplicar.
¡Es más fácil construir un
mal carácter que un buen carácter! Siempre uno puede ir cuesta abajo con menos
dificultad, que cuesta arriba.
Lo cierto es que:
¡Es más fácil
deslizarse de la corriente – que remar
en contra de ella!
¡Es más fácil dejarse
llevar por la multitud- que permanecer derecho!
¡El carácter malo crece sin
esfuerzo! Y se da precisamente por ser descuidados e indiferentes a las
consecuencias, llegando a la ruina, y recién llega ahí, le gustaría ser noble y buena.
Si una joven ya contará con
un buen carácter, debe ser ante todo puro y verdadero, después honesta y
sincera - paciente y amable, mas
dispuesta a servir que ser servida.
¡Elijamos cada día que pasa,
construir para siempre - no solo para el
placer presente. Lo que estemos construyendo, traerá alabanza y satisfacción durante toda su vida – o será su maldición y vergüenza!
Mantenga su vara de medir a
la mano ( la Biblia) y utilícela sin restricción. Rechace todo lo que no esté a
su nivel, no importa lo agradable que pueda parecer. ¿Es correcto? ¿Será esto
bueno para mi vida? ¿Está prohibido por Dios? ¿Cumple con la aprobación de mis
padres? – estas preguntas son las que usted continuamente debe estar
preguntándose, mientras que decida que hacer o dejar de hacer.
Mucho de lo que parece
agradable hoy – después con el tiempo se descubre que era malo, y lo que obtendremos
será perdida. Si colocamos cosas simples, sin valor, y perecederas, como: la
madera, el heno y la paja, en la hora de la prueba sufriremos; por eso deben
ser rechazadas prontamente y sin dudarlo.
Hacer lo bueno a menudo
cuesta, es una lucha – pero siempre vale la pena el esfuerzo. No nos atrevamos
a dejarnos guiar continuamente por lo que otros hacen. Cristo es nuestro fundamento
en nuestro edificio y cada ladrillo que pongamos en nuestra persona debe ser de
acuerdo al modelo perfecto que El es. Cada una de sus virtudes debe estar colocadas
en nuestro carácter, esas virtudes que son eternas como lo es el oro, la plata,
y las piedras preciosas, que son las que adornaran nuestras vidas, y lo que agrada a Dios.
Las que forman sus vidas en
Jesucristo (que es la base de todo edificio), construirán un mejor carácter. Para
nosotras, sus hijas, Él es el mejor y gran modelo a imitar.
Mabel Hale
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